Él es el Gran Hacedor. Su obra es la Naturaleza , inmensa,
variada y plena de belleza y su criatura más preciada, el hombre, al que le dio
por morada su obra, para que en ella se
desenvuelva y respetándola la mantenga.
Él es el Gran Consentidor,
pues a sus hijos, los seres humanos nos acepta
tal y como somos, con aciertos y
con fallos. Éstos porque sabe que estamos inmaduros y en nuestro caminar
aprendemos y los aciertos porque
manifiestan que algo ya
aprendimos. Nos ama de igual manera, tanto cuando acertamos, como cuando
erramos.
Él está fuera del espacio y
del tiempo. Pero nos permite vivir en el
lugar que nos rodea, para hacerlo más plácido y en el tiempo de
nuestra vida para buscarle un sentido.
Él es el sin límites, pero
acepta los nuestros hasta que por tales los tengamos y dejen de ser ciertos.
Él es la presencia discreta,
callada y constante. Tan sutil y ligera que pasa inadvertida para una mayoría
de sus hijos, pero tan constante y continúa que cuando lo buscas lo encuentras.
Él
habla en la mirada del niño,
en la sonrisa
del joven,
en la espera de
la madre,
en la palabra
del anciano,
en el crepúsculo
rojizo de una tarde en las Tablas,
en el volar de las aves,
en la mirada
certera del águila,
en la soberbia
presencia del toro,
en el grácil
correr de la gacela,
en el poder
creativo de la semilla,
en la delicadeza
de la rosa,
en la sazón de
la fruta,
en el rico
material de la cantera,
en la veta de la
mina,
en la energía
potencial de un salto de agua,
en la fuerza
vivificadora del sol,
en el girar de
electrones,
en la fuerza
contenida en el núcleo de la partícula más pequeña, el átomo.
No hay nada en el mundo que carezca de su
esencia, pues está fundido en lo más sublime y en lo más sencillo.
Dios duerme en los
minerales, sueña en los vegetales, siente en los animales y despierta en el
hombre.
Él está en todo
y, aunque es tan grande, se nos escapa,
no lo vemos, no lo percibimos, pero nos mantiene y, cuando lo sentimos, nos
calma la espera, nos da templanza, nos ayuda a sobrellevar las horas largas.
Merit Amón siempre estará ahí... ya que El es el gran hacedor... Un abrazo amiga...
ResponderEliminarGracias Pedro. ya he visto que has llegado de nuevo a Santiago. Enhorabuena. Besos
EliminarQue por muchos años sigamos estando unidos en sana y buena amistad... felices días en el 2014...
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