Dos fuerzas intangibles: Mochila y bordón
El ser humano es atraído por dos fuerzas intangibles que le hacen
sentirse bien o mal. Ambos sentimientos son extremos que debemos evitar, pues
quien se queda en sentirse a gusto pierde la perspectiva de lo mucho que todavía
ha de hacer y alimenta su ego de forma negativa. Por lo contrario, quien se
siente mal está olvidando las cualidades que ha conseguido desarrollar y, lo
que es peor, se incapacita para seguir en la lucha de la vida.
Estas fuerzas intangibles se pueden equiparar a la mochila y al
bordón. La primera representa el lastre que nos ata al pasado. El segundo, el
conjunto de cualidades o filosofía de vida que hemos ido desarrollando en
nuestro caminar y constituye el báculo de nuestra vida.
Dado que lo importante no es lo que nos sucede, sino cómo
reaccionamos ante lo que nos ocurre, considero de extrema importancia vigilar
la aptitud con la que nos enfrentamos a la vida. Sentirnos con un lastre
demasiado grande que no podemos aminorar es desconfiar de nuestro potencial y
nos impide desarrollar nuestra misión en la vida.
Todos tenemos mucho que aprender y gran número de cualidades a
desarrollar. La mejor manera de averiguar qué cualidad hemos de adquirir en
cada momento es observar lo que nos molesta de los otros; pues el prójimo es el
mejor espejo que nos pone de manifiesto aquello que no reconocemos en nosotros
mismos. Así, es más fácil ver la agresividad en otro que nuestra propia
intolerancia.
Considerarnos tan afortunados que nada se nos resiste y pensar que
podemos conseguir todo lo que nos propongamos es obviar la intervención divina
en nuestra vida. Hemos de tener presente que si algo está de Dios que ocurra,
podremos ponerlo de manifiesto y llevarlo a su realización. No deberíamos
luchar nunca contra lo inevitable, sino sentirnos instrumentos de una
inteligencia superior que se manifiesta a través nuestro. Hemos de tener muy
presente este sentimiento para no endiosar el ego.
En el caminar diario |
A fin de no caer en ninguno de los extremo, hemos de estar vigilantes
y no considerar la carga demasiado pesada ni demasiado resistente el bordón. El
uno y el otro son el adecuado en cada momento evolutivo de nuestra vida. Mantener
una posición de equilibrio en nuestra aptitud es semejante al caminar del
peregrino: con la mochila detrás, el bordón delante y él en el justo medio. Situarnos en el justo medio, entre el pasado y
el futuro, viviendo un continuo presente y presentando atención al aquí y al
ahora, de forma que la mochila no nos detenga ni el bordón nos envalentone.
Excelente trabajo de una gran escritora, doy fe de ello.
ResponderEliminarTrasteando entre los múltiples cachivaches que a lo largo del tiempo había acumulado, dada mi poca afición a deshacerme de las cosas, me encontré con un antiguo espejo polvoriento. Este espejo no era común; tenía un aire de misterio que me intrigó. Decidí limpiarlo y, al mirarme en él, vi algo extraordinario: no solo mi imagen, sino también las innumerables vidas con las que había compartido momentos significativos. Me miré y vi reflejada mi propia esencia a través de las personas que había conocido en el transcurrir de mi camino por la senda de mi vida.
ResponderEliminarUna de esas imágenes era el reflejo de un niño sentado en el pupitre de su aula, ensimismado con la figura de su profesora de geografía e historia, que también era su tutora. Una lágrima nostálgica, mientras recorría la superficie de mi ya curtido rostro, me hizo revivir el cariño, y por qué no decir, amor que le tenía a Teresa Simal Romero del Hombrebueno.
Imagino que habrá muchos que, como yo, si tuviesen la oportunidad de mirarse en mi espejo, verían tu imagen reflejada. Supongo que si fueses tú, mi “señorita”, quien lo hiciera, se encontraría con un auditorio de niños mirándola con admiración y cariño. Espero que mi pequeña cabecita con la melena rubia que por entonces tenía, y por fortuna conservo, también apareciese reflejada.
Huelva, antiguo colegio Manuel Siurot II, un alumno que nunca te olvidó. https://evaygelu.blogspot.com/2024/05/el-espejo-del-tiempo.html