miércoles, 23 de noviembre de 2011

Con mi saco y con mis botas

Llevo meses que basta con que programe algo para que las cosas se desenvuelvan de otra forma. Menos mal que mi esperanza no está constreñida a la forma e hice el Camino para aprender.

Todo empezó con una fuga de agua que trastocó toda la programación. Mi sensación fue como quien se ha quedado sin techo. El local que se inundó era el de mi Pronaos. Ese mismo día, cambié la colcha de mi cama por mi saco de peregrina y aunque me acuesto en sábanas, tener mi saco y tocarlo mientras duermo me produce el mismo cobijo que me dio años antes. ¿Cómo algo tan simple puede producir tanto? No lo sé, pero lo produce.

También sé que no me puedo quedar con la sensación de un bienestar personal, pues la realidad cuando no me agrada debo transformarla. Si un local no tiene suficiente infraestructura, por mucho que se decore seguirá sin infraestuctura. Tengo que encontrar algo mejor.
¿Cómo hacerlo? Con mis botas. Por eso ahora, que no camino hacía Santiago, sigo caminando hacía la UTOPIA y voy desgastando suela por las calles de Alicante.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Presentación en Daimiel

Viví momentos inolvidables gracias a vuestra asistencia y a la magnifica presentación de la Concejala de Cultura, Pepi Lourdes González Mohino, el Alcalde D. Leopoldo Sierra y a mi directora del IES Mar Cámara. Gracias a todos

http://www.daimiel.es/post2375643/el-alcalde-destaca-la-labor-de-documentacion-y-la-fluidez-de-los-dialogos-del-ultimo-libro-de-teresa-simal

domingo, 30 de octubre de 2011

Maratón Literaria en la Librería Escarabajal de Cartagena

Estos son algunos de los momentos que viví en esta maravillosa maratón cultural, celebrada en la prestigiosa librería Escarabajal de Cartagena, en la que tuve la oportunidad de presentar mi última obra "Merit-Amón, madre Egipcia" Gracias a Ana Escarabajal y todos los que hicieron posible este bello evento.


Cartel del Evento.


Presentación de Merit-Amón


Con Javier Sierra tras la presentación

martes, 20 de septiembre de 2011

La esperanza no costreñida por la forma

Mantener un estado de esperanza no costreñida por la forma es esencial para conseguir Paz en nuestra vida personal.
Sin esperanza, el desánimo nos invade y al no tener aliciente para realizar algo nuestra vida queda vacía. Si queremos ser felices, tenemos que conseguir gran dosis de esperanza, pero una esperanza no costreñida por la forma. Denomino esperanza no costreñida por la forma a un estado de espectativa que no esté predibujado, ya que sí lo fijamos determinándolo en todos sus detalles y le damos hasta nombres propio a las personas con las que queremos compartir nuestra vida, estamos dando más importancia a la forma que al fondo. Por ejemplo, si una persona desea vivir con fulanito o menganito, el hecho de especificar a la persona le va a impedir apreciar otras muchas posibilidades y se está limitando. En cambio, si su deseo no lo concretiza en nadie determinado, si no vive con fulanito no entra en la decepción.

No me imagino un átomo de oxigeno diciendo voy a unirme con un atomo de hidrógeno. Creo que no lleva el nombre en su mente pero cuando las condiciones son las adecuadas se produce el enlace covalente entre ellosy surge la molecula del agua.

A la hora de proyectar nuestros deseos al futuro, hemos de ser conscientes de que no sabemos lo que nos conviene y no debemos obcecarnos con algo determinado. Además, hemos de tener en cuenta que mucho más importante que la situación en sí, es las posibilidades que aporta cada situación. Así, la perdida de un ser querido puede ser la oportunidad para un desarrollo personal. No contar con el beneplácito de alguién, puede suponer desarrollar nuestra tolerancia. Y no vivir la situación ideal que nos gustaría disfrutar, es una aliciente para lograrla.

Las espectativas con la debemos encarar nuestro futuro han de estar abiertas a las múltiples posibilidades que vayan apareciendo. En cada una de las posibilidades que nos aprarezcan hemos de ver una vía de acción imprescindibles de nuestro Camino, no algo que gusta o disgusta. Si nuestra esperanza no está costreñida a una forma determinada ni concretizada en un determinado hecho, el desánimo no hará mella en nosotros. El desánimo suele producirse cuando queremos conseguir cosas concretas, como que nos oigan los demás, colaboren en la consecución nuestro proyecto o sean todo lo agradables como nos gustaría que fuesen.
La persona que es capaz de seguir teniendo esperanza aunque los demás no la escuchen, ni colaboren en la consecución de su proyecto ni sean lo agradable que ella quisiera que fuesen es porque su esperanza no estaba predeterminada a algo concreto de los demás y encaja lo ocurrido como algo que tenía que pasar. Al hacerlo así, no lo mira desde un perspectiva de fracaso personal. Que los demás no hayan hecho lo que ella pretendía, no la desanima para continuar en su búsqueda.

Con poco que observemos la Naturaleza, nos daremos cuenta de que sus leyes actuan desde la impersonalidad; en cambio, nosotros pretendemos que nos ame fulanito, colabore con nosotros menganito y fulanita sea nuestra amiga. ¿No será que las cosas no funcionan así y estamos haciendo creaciones forzadas y no naturales?

viernes, 29 de julio de 2011

¿Qué es hacer el Camino?

Hacer el Camino es mucho más que recorrer mil kilómetros. El peregrino, al mismo tiempo que transita por una senda externa, va dando pasos hacia su interior, viviendo un proceso de búsqueda. De forma que el caminante, al llegar a Santiago, difiere mucho de esa misma persona que partió de los Pirineos. Vive una metamorfosis, similar al gusano de seda que, encerrándose en su capullo, se transforma en mariposa.
Una peregrina con quien tuve la suerte de caminar muchos días, Fernanda, definía el Camino como un río que va a Santiago y desemboca en la mar. Yo añadiría que lo es, pero de seres humanos que no siguen la corriente imperante del mundo. Siguiendo la orografía del lugar, el río bajaría de los Pirineos hacia el Ebro, y éste por inclinación del terreno marcha rumbo este, al mar Mediterráneo; sin embargo, el río de caminantes remonta la Meseta Central y va rumbo al oeste, al océano Atlántico. Hasta en el terreno podemos encontrar un símil indicando que el peregrino tendrá que apartarse de la corriente mundana para hallar su propio rumbo y transformación. Es un andar para superarse. Al igual que los papalotes, mariposas mejicanas, se elevan con el viento en contra, nunca a favor, los peregrinos, venciendo inercia y rompiendo ataduras, remontan sus obstáculos.
El Viaje a Compostela permite al peregrino, viajero de Dios, desarrollarse física, emocional y espiritualmente. Cada uno, según sus motivaciones, convicciones filosóficas o creencias lleva un objetivo: un reto físico, una cura emocional, unas vacaciones diferentes, una búsqueda, etc. Hay tantos motivos como personas transitan la ruta jacobea. Personalmente, creo y espero que mi peregrinaje me conduzca a una transmutación interior, verdadera alquimia espiritual.
Cada hombre es un peregrino en el tránsito de la vida. Al disponer de libre albedrío, puede equivocarse y vagar en el bosque de los errores o intentar buscar la luz que le guíe. El Viaje a Compostela es un medio para realizar esta búsqueda. El Camino es un símbolo de la vida. Peregrinar supone adentrarse en el símbolo de la vida que conduce a la Unidad. Recorrer el Sendero es vivir el símbolo de nuestra vida buscando la unidad entre alma y cuerpo y, una vez logrado, poderlo llevar al vivir diario.
En suma, viajar a Santiago es mucho más que caminar, es realizar un viaje iniciático que produce una transmutación en quien lo realiza. El peregrino aumenta su nivel de consciencia, percibe sus errores y descubre una nueva forma de guiarse en su vida. Es decir, aprende y se transforma. Quienes ya lo han realizado suelen hablar de un antes y un después de haberlo hecho. El Camino es un hito importante en la existencia de quien lo realiza.
El peregrinante puede elegir distintas rutas. La más transitada, la francesa, parte de los Pirineos a Santiago, del este al oeste. Del nacimiento del sol al crepúsculo. De lo visible a lo invisible. Busca algo que está más allá de lo material. Pretende poder leer el Libro de la Naturaleza y el Libro del Hombre. Para poder entenderlos tendrá que vivir en armonía con la Naturaleza, descubriendo sus leyes y respetándolas, e intentará entender y comprender la condición humana.
En esta búsqueda se aparta del saber libresco e intenta abrir las puertas a la inteligencia del corazón. Es un apartarse del intelecto para sentir las palabras del corazón. Los sufíes distinguen entre la reflexión intelectual, que se trama, mientras que la del corazón, se encuentra, manifestando el sentimiento profundo que se revela en el silencio. Y ¿dónde mejor realizar ésta búsqueda, que en el callado silencio de tus propios pasos?
Con la esperanza de vivir esta transformación, me dispuse a realizar el viaje a Santiago. Pretendía darle una dimensión mística al caminar, ya que ella libera al hombre de cualquier dogmatismo y vive en armonía. Llevaba años sintiendo su llamada, pero obligaciones familiares me habían impedido realizarlo antes. Cuidaba a mis padres, pero ya no me necesitan. Ahora son ellos quienes me ayudan desde otro plano de su existencia. Era el momento de crear mi propia familia.

domingo, 17 de julio de 2011

Bienvenidos al Blog de Teresa Simal


 Nací en Daimiel, Ciudad-Real, en el seno de una familia católica y conservadora. Desde bien pequeña tuve que hacer valer mi derecho a recibir estudios, ya que en la mentalidad de mis padres eso no era necesario para una mujer.

Ejercí de Maestra de Primaria en Socuéllamos, Finca del Robledo, Villarrobledo, Marbella, Huelva y Daimiel. Posteriormente, de Profesora de Secundaria en el Instituto Juan D’Opazo de mi pueblo natal. Aunque mi actividad profesional siempre la  he dedicado a la enseñanza, no ha sido repetitiva,  pues unas veces he estado en unitarias donde tenía alumnos desde párvulos a octavo, otras he impartido Matemáticas, Lengua y Geografía e Historia. Entre que la materia era distinta y los alumnos van cambiando, cada día me permitía crear algo nuevo.

Puedo afirmar que el caminar a Santiago y todo lo que se derivó de ello transformó mi vida. Lo inicié esperando vivir una metamorfosis como la del gusano que se convierte en mariposa y así fue. De hecho, lo realicé siendo enseñante y hoy en día estoy liberada de mi oficio.